martes, 8 de septiembre de 2015

Cine: CORAZON SILENCIOSO


Dirigida por Bille August, de quien se pensó en sus inicios como director que podía ser considerado como el sucesor de Ingmar Bergman, del que fue amigo y del que llevó a la pantalla un guión autobiográfico, Las mejores intenciones (1992), aunque había sido otra película, Pelle el conquistador (1988), la que le había dado el Oscar a la mejor en habla no inglesa y la Palma de Oro en Cannes. Desde entonces su carrera se desarrolló en EEUU sin títulos especialmente destacables. Recuerdo dos adaptaciones de novelas (La casa de los espíritus, -1993- y Los miserables -1998-) muy poco atractivas.



Corazón silencioso nos presenta un fin de semana en la familia de Esther. Además de su marido están sus dos hijas, sus parejas, el hijo de la mayor y una amiga de la familia. Pero no es un fin de semana normal. Esther padece una grave enfermedad degenerativa y ha decidido, con el acuerdo de sus hijas y marido y la ayuda de este, poner fin a su vida. Se trata, en realidad, de "la fiesta de despedida", como se titulaba una reciente película israelí que comenté hace unos meses.

El tema de la eutanasia ha sido tratado en numerosas ocasiones en el cine. Desde Mar adentro hasta la mencionada La fiesta de la despedida, pasando por Million dollar baby y Amor entre otras muchas con muy diversos tratamientos.

En esta ocasión da pié, por una parte, a conocer los sentimientos de la pareja que ha llegado a tomar esa decisión y por otra analizar las figuras de sus dos hijas, muy distintas entre si, y sus relaciones con sus respectivas parejas. 

Película de sentimientos, pues, pero con poco conflicto. Tan solo el hecho de que las dos hijas se verán inclinadas a retirar su apoyo a la decisión de sus padres, por un malentendido en el caso de la mayor y como muestra de su propia inestabilidad en el caso de la pequeña.

La historia se desarrolla en un espacio limitado, la casa de los padres en el campo, lo que nos recuerda algunas películas de Bergman y su isla de Faro. Aunque se trata de un guión original, podría fácilmente convertirse en obra teatral. En este sentido, me recuerda a Agosto, obra de teatro llevada posteriormente al cine que, como recordareis, se desarrolla en la casa de los padres donde se reúnen las tres hermanas cuando el padre desaparece. Lo que pasa es que al contrario que allí, donde había un exceso de conflictos, aquí se echan de menos.

Buena interpretación. Esther es Ghita Norby, quien a sus 79 años compatilizaba el rodaje con dos obras de teatro. Y la hija mayor es Paprika Steen, que ganó el premio a mejor actriz en San Sebastián. También aparece Pilou Asbaek ha quien hemos podido ver en la serie de TV Borgen.

En resumen película apreciable sobre un tema controvertido, aunque en esta ocasión ninguno de los personajes parece tener dudas sobre su conveniencia.


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