Ayer estuve viendo Kathie y el hipopótamo, en el Matadero. Es Vargas Llosa en estado puro. Realidad y ficción mezclándose continuamente, la verdad de las mentiras. Al contrario que en La Chunga que vimos el año pasado, aquí el juego de verdad y ficción no es tan rebuscado y está muy bien expresado. Quizá por lo sencillo del montaje.
La obra nos presenta a Kathie, mujer ya madura de la alta sociedad limeña, esposa de un banquero, que quiere publicar un libro relatando sus viajes por África y Asia. Para ello contrata a un escritor, Santiago Zavala (el personaje de Conversación en la Catedral), con el fin de que le ayude en la escritura.
¿La obra se sitúa en una buhardilla de París o en un ático de la casa del marido de Kathie en Miraflores, Lima? ¿Kathie está casada o murió su marido? ¿Su marido es un banquero amable y fiel a su mujer o solo le importa surfear olas y conquistar jóvenes? ¿Santiago es feliz con su mujer Ana o su matrimonio es un fracaso a causa de que su mujer le ha hundido en la mediocridad? Este es el juego entre realidad y ficción, entre la vida y la fantasía que nos plantea Vargas Llosa, y que está bien plasmado por la puesta en escena de Magüi Mira y los intérpretes.
Cuando escribí la pieza, dice Vargas Llosa a propósito de ella, ni siquiera sabía qué tema profundo eran las relaciones entre la vida y la ficción, alquimia que me fascina porque lo entiendo menos cuanto más lo practico.
La obra se estrenó en 1983 en Caracas con la gran Norma Aleandro (El hijo de la novia, 2001, La historia oficial, 1985) como protagonista.
Mención especial para la interpretación. Kathie es Ana Belén, y Ana Belén es... Ana Belén. Cambia sus registros para sus diferentes momentos y personajes, pero su interpretación, que está muy bien, es siempre Ana Belén haciendo de... Canta con el buen gusto que siempre ha tenido, cuatro canciones en francés (Sous le ciel de Paris, Ne me quitte pas, La vie en rose y Les feuilles mortes esta última junto con Ginés García Millán). Además sigue estando atractiva, aunque se le notan los años (¿62?)
Ginés García Millán es Santiago Zavala. Me parece un buen actor. Lo bordaba en la primera temporada de Isabel, como Pacheco y me gustó en la versión de La Gaviota de Chejov que presentaron el año pasado con el título de Los hijos se han dormido. Aquí está muy bien, salvo en algunos momentos demasiado gritados.
Los otros personajes están interpretados por Eva Rufo y Jorge Basanta, habituales de la Compañía Nacional de teatro clásico y cumplen con su cometido.
Toca el piano en directo, acompañando la acción y las canciones y además ha creado los fondos musicales, David San José, hijo de Ana Belén y Victor Manuel.
Me gustó la representación y os la recomiendo. Está en el Matadero hasta el 2 de febrero.
Si queréis mas información sobre la obra, este es el enlace http://www.teatroespanol.es/descargas/diabla15.pdf
Me gustó muchísimo, y me gusta ver que tuve impresiones muy parecidas a las tuyas. Ana Belén, que no es de mi especial devoción, me pareció magistral, una dicción perfecta y de una categoría y clase excepcional. El tono tan elegante, el piano, las canciones, los cambios de personajes, el fino humor...Altamente recomendable!
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