sábado, 8 de abril de 2017

Cine: LOCAS DE ALEGRIA



Dirigida por Paolo Virzi, Locas de alegría acaba de ser galardonada con 6 premios David de Donatello sobre 17 nominaciones en la ceremonia de entrega de los premios del cine italiano que tuvo lugar a finales de marzo. Entre ellos los de mejor película, director y actriz protagonista. También ha obtenido la Espiga de Oro a la mejor película y actriz (Valeria Bruni-Tedeschi) y el premio del público en el Festival de Valladolid. Otra película de este director, El capital humano, ganó el David a mejor película en 2014, y la comenté en su momento en el blog.



Beatrice es una condesa internada en una institución psiquiátrica instalada en un caserón familiar. Es una mujer en los cincuenta, extrovertida, clasista, desequilibrada. Encerrada en su mundo, desprecia todo lo que le rodea y está internada por decisión judicial a demanda de su familia. Su único anhelo es salir de allí.
A la institución llega Donatella, una madre soltera, con un hijo entregado en adopción, que podría verse en un hospital psiquiatrico.  Aunque con personalidades completamente opuestas, entre las dos mujeres surge una relación muy especial, que les llevará por caminos insospechados. Asi, cuando los responsables de la institución les concedan una salida transitoria para trabajar en una feria de productos naturales, ambas aprovecharán la ocasión para fugarse e iniciar toda una aventura.
  
Con un aire de comedia, la película nos acerca a una realidad dramática. En su huida las dos mujeres se ven inmersas en un entorno miserable donde conviven la diversión nocturna con la prostitución en las calles, residencias ostentosas con la vulgaridad mas notable. Un mundo de banalidad similar al que nos retrataba Paolo Sorrentino en La gran belleza. Y, en mi opinión, con la misma falta de entidad narrativa. 

Un retrato de dos personajes femeninos un tanto desequilibrados para establecer un contraste con una sociedad tan desequilibrada como ellas. Lo que pasa es que ese contraste se mueve por caminos trillados, poco originales y un tanto forzados en algunos momentos. Las visitas y las relaciones de las dos mujeres con sus respectivas familias parecen justificar un desequilibrio que no es mucho mayor que el de los que están fuera de las instituciones. Y detrás de todo late un conformismo que lleva a las dos mujeres a regresar a la seguridad del redil tras unas peripecias que en algunos casos se pretenden cómicas, en otros dramáticas y muchas veces son sensibleras.  

La narración se apoya en las dos actrices que interpretan a Beatrice y Donatella. Son Valeria Bruni-Tedeschi y Micaela Ramazzotti. Bruni-Tedeschi me recuerda a Monica Vitti, me parece habitualmente una muy buena actriz, pero aquí creo que está sobreactuando, aunque no parece que sea esa la opinión de los que le han otorgado los numerosos premios que ha conseguido por está película. Me gustó más su compañera de reparto, mucho más sobria en un personaje más complejo.

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