domingo, 23 de marzo de 2014

Cine: Ocho apellidos vascos



Ocho apellidos vascos es la historia de un sevillano que se enamora de una vasca. O al menos eso dice su protagonista, Dani Rovira. Y realmente es así. Con un esquema clásico de comedia. Un chico y una chica que no tienen nada en común se encuentran una noche. La relación podría quedar ahí, pero el chico decide ir en busca de la chica, lo que le hará introducirse en un entorno poco favorable. Y aunque la chica no parece estar interesada en la relación, la insistencia del chico acabará por vencer su resistencia hasta llegar a un final ¿feliz?. Películas con este esquema hemos visto cantidad.



La originalidad de esta es que el chico es andaluz ( de Sevilla y del Betis) y la chica de Euskadi y su relación estará marcada por todos los tópicos adjudicados a las dos nacionalidades. Este juego de tópicos podía haber sido tratado de muchas maneras y la que han escogido los autores de la película me parece poco afortunada. Quitando algunos, pocos, momentos, la película ni me ha parecido graciosa ni me ha parecido que sirva para superar esos tópicos, que desgraciadamente, siguen dominando las relaciones entre las comunidades. No obstante, debo ser de los pocos que tengo esta opinión ya que Ocho apellidos vascos ha sido la triunfadora de taquilla en los últimos dias y eso que estrenaban simultaneamente la oscarizada Dallas buyers club.

El director es Emilio Martínez Lázaro. Tiene varias comedias interesantes como El otro lado de la cama o Los peores años de nuestra vida y algún drama destacado como Las trece rosas. Los guionistas pertenecieron al equipo  de un programa de la televisión vasca, Vaya semanita, que fue un éxito debido al tratamiento desenfadado e insolente de sus temas sociales y políticos, en muchos casos tabúes en Euskadi.

Lo más destacado de la película es un actor, Karra Elejalde, que hace de padre de la chica. Junto a él no desentonan Carmen Machi y el protagonista, Dani Rovira. Clara Lago, Amaya, la chica, se muestra muy limitada en su papel. A destacar la presencia como secundarios de dos actores andaluces Alfonso Sanchez y Alberto López,  que protagonizaron el éxito underground de 2012, El mundo es nuestro

En resumen, me parece una comedia muy desaprovechada, al contrario de la sorpresa, agradable, que me supuso Tres bodas de más, otra comedia española reciente, de la que no esperaba gran cosa y me divirtió bastante.

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