Ron no se resignó y empezó a investigar en busca de medicamentos contra su enfermedad generando una lucrativa operación de contrabando y distribución de medicamentos lo que le enfrentó a la ADA (Administración para drogas y alimentos) y a la medicina oficial en una lucha por los derechos de los pacientes terminales a acceder a medicinas y tratamientos alternativos.
La película está bien, es interesante en su muestra de la lucha por la dignidad y los derechos de los enfermos entablada por su protagonista. Me recordó Mi nombre es Harvey Milk ( Gus van Sant, 2008, con Sean Penn, ganadora de dos Oscar y con ocho nominaciones) que presentaba la lucha de este personaje por los derechos de los homosexuales. Pero lo más destacado es la interpretación de Matthew Mcconaughey (Ron) y Jared Leto (Rayon), ambos ganadores del Oscar al mejor actor (principal y secundario). Lo cierto es que los dos está muy bien, pero también es cierto que especialmente en el caso del primero, no cabe duda de que los papeles donde se produce un detrimento físico espectacular o una caracterización muy especial, gozan del favor de la Academia. Como realmente es muy difícil establecer comparaciones entre buenas interpretaciones, creo que el Oscar a Mcconaughey está bien, como también lo habría estado si se lo hubiesen dado a Leonardo di Caprio o a Bruce Dern.
El director es el canadiense Jean-Marc Vallee, del que no he visto ninguna de sus películas anteriores, entre las que, al parecer, destaca C.R.A.Z.Y.
En resumen una película correcta, sin grandes virtudes cinematográficas fuera de la interpretación, con algunas escenas "fuertes".
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