La versión que se ofrece actualmente en el Bellas Artes de Madrid, con versión, escenografía y dirección de Paco Azorín, no consigue superar ese reto. Evidentemente no es una obra fácil de representar. La version ha reducido sensiblemente la obra. Desaparecen varios personajes, especialmente los femeninos y simplifica la narración. Ciertamente mantiene los pasajes y textos fundamentales, pero a mi me pareció que la obra quedaba coja, reducida a su esqueleto.
La interpretación no me gustó. Mario Gas es Julio Cesar. Es un papel no principal y da una buena imagen. Pero Tristán Ulloa, José Luis Alcobendas y Sergio Peris-Mencheta en los papeles de Bruto, Casio y Marco Antonio, no me llegaron. Son actores de cierto prestigio, populares por el cine, el teatro y la televisión. Quizá estaba demasiado influido por el recuerdo de la película. Gritan excesivamente y aunque permiten entender bien el texto, lo cierto es que no me convencieron. Me resultó especialmente decepcionante Sergio Peris-Mencheta, ya que me han hablado muy bien de él, pero su Marco Antonio, ese magnífico y demagógico discurso tras la muerte de Cesar, me dejó frío.
Tampoco la puesta en escena ayuda. Una escenografía austera, con una docena de sillas y un monumento que se descompone en tres piezas en los dos últimos actos. Demasiado austera. Y un vestuario que nos remite a los uniformes de cualquier gobierno totalitarista, cuando el totalitarista de la obra es solamente Julio Cesar.
¿La habéis visto, cual es vuestra opinión?
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