martes, 18 de febrero de 2014

Teatro: Julio César en el Bellas Artes



Cualquier montaje de esta obra de Shakespeare tiene que superar el reto que supone la película de Joseph L. Mankiewicz, con Marlon Brando, James Mason, Louis Calhern y John Gielgud al frente, producida en 1953. 




La versión que se ofrece actualmente en el Bellas Artes de Madrid,  con versión, escenografía y  dirección de Paco Azorín, no consigue superar ese reto. Evidentemente no es una obra fácil de representar. La version ha reducido sensiblemente la obra. Desaparecen varios personajes, especialmente los  femeninos y simplifica la narración. Ciertamente mantiene los pasajes y textos  fundamentales, pero a mi me pareció que la obra quedaba coja, reducida a su esqueleto.





La interpretación no me gustó. Mario Gas es Julio Cesar. Es un papel no principal y da una buena imagen. Pero Tristán Ulloa, José Luis Alcobendas y Sergio Peris-Mencheta en los papeles de Bruto, Casio y Marco Antonio, no me llegaron. Son actores de cierto prestigio, populares por el cine, el teatro y la televisión. Quizá estaba demasiado influido por el recuerdo de la película. Gritan excesivamente y aunque permiten entender bien el texto, lo cierto es que no me convencieron. Me resultó especialmente decepcionante Sergio Peris-Mencheta, ya que me han hablado muy bien de él, pero su Marco Antonio, ese magnífico y demagógico discurso tras la muerte de Cesar, me dejó frío.
Tampoco la puesta en escena ayuda. Una escenografía austera, con una docena de sillas y un monumento que se descompone en tres piezas en los dos últimos actos. Demasiado austera. Y un vestuario que nos remite a los uniformes de cualquier gobierno totalitarista, cuando el totalitarista de la obra es solamente Julio Cesar.
  
En resumen, para mí,  un texto muy superior a la puesta en escena.
¿La habéis visto, cual es vuestra opinión?

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