sábado, 15 de febrero de 2014

Cine: Vivir es fácil con los ojos cerrados



Comentaba hace unos dias, al hablar de los Premios Goya, mi interés en ver esta película y la esperanza en que la repusieran. Ayer la pude ver en el Kinepolis en una sala prácticamente llena. No debía ser yo el único interesado.

Salí del cine encantado. Con la impresión de haber visto una muy buena película y que los muchos premios (6) concedidos estaban justificados. Una historia humana, unos personajes bien diseñados, bastante creíbles, buenos intérpretes... Casi comparable con Nebraska. Al cabo de un rato empezó a gustarme menos. En el fondo es un Cuéntame mezclado con las películas de Jaime de Armiñán de los años setenta y ochenta, demasiado ternurista, contada de forma muy tradicional. 

Lo cierto es que está bien. Es interesante, con buenos personajes, contada con sensibilidad... Pero me quedo con La gran familia española. Un cine con un lenguaje narrativo más moderno, más creativo. Creo, no obstante, que ambas son, con sus diferencias, lo mejor que he visto del cine español en el año.



La historia es conocida y basada en la experiencia de un personaje real, que acompañaba al equipo de la película la noche de los Goya. Antonio es un profesor de inglés, admirador de Los Beatles, que utiliza sus canciones para enseñar el idioma. Pero se encuentra con el problema de que la letra de las canciones la tiene que tomar al oido, lo que no siempre es posible. Con ocasión del rodaje  en Almeria de la película Como gané la guerra, dirigida por Richard Lester, con John Lennon, Antonio decide acercarse al rodaje para pedirle que incluyan las letras en los discos, además de conocer a su ídolo.
En su viaje, recogerá a una joven embarazada y a un adolescente huido del hogar. De la relación que se establece entre ellos y un catalán que tiene un bar en el pueblo donde se alojan, y de la España casi tercermundista en que se desarrolla, trata la película. 

Destaca sobre todo la interpretación de Javier Cámara en un papel a su medida y de Natalia de Molina (ambos premios Goya, masculino el primero y actriz revelación ella) así como Ramón Fontseré como el catalán.



El director es David Trueba, que también es el autor del guión. David es hermano de Fernando Trueba. Esta es su octava película y la mejor. Del resto destaca Soldados de Salamina (2002). También escribe guiones y ha publicado tres novelas. La última, Saber perder,(2008), Premio nacional de la crítica, me gustó bastante. Colabora habitualmente en El Pais. 

Película muy recomendable, amable, simpática y con una notable banda sonora (también premiada). Pero no es un gran película y creo que tampoco aspira a ello.

1 comentario:

  1. Joaquín, la he ido a ver por tu comentario! Mi hija disfrutó y aprendió. A mi me pareció entrañable, a veces lenta y falta de ritmo, y muy previsible en general, pero Javier Cámara y su tierno personaje fueron más que suficientes para disfrutarla y salir con una sonrisa.

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