Para hacer una película, solo necesitas una chica y una pistola.
Jean Luc Godard.
" Al final de la escapada" ,junto con "Los cuatrocientos golpes" de Francois Truffaut, son las dos películas estandarte, de lo que se denominó " Nouvelle Vague", movimiento rupturista con el cine academicista francés que fue auspiciado por André Bazin y promocionado por André Malraux; estuvo formado por una pléyade de jóvenes intelectuales y críticos de la revista " Cahiers de cinemá" ,a los que unía su amor incondicional al cine y la admiración a los grandes nombres del cine norteamericano , ellos reivindicaron el término de autoría para estos directores.
Jean Luc Godard rodó en 1960, quizás , la película mas emblemática de esta corriente y que ha tenido mas influencia, que ha sido más imitada, desde Terence Malick en "Malas Tierras" a "La huida" de Sam Peckinpah pasando por "Bonny and Clyde".Con un guión mínimo,basado en un hecho real, en colaboración con Truffaut, con muchas aportaciones de diálogos sobre la marcha, la película supone una ruptura contundente con el cine francés anterior, rodada con muy pocos medios, con un concepto novísimo del montaje, rodada cámara en mano con un estilo descuidado y deshinibido que te atrapa y que vista .hoy, sesenta años después, sigue conservando esa frescura juvenil, esa libertad que ya presagiaba los cambios prontos a llegar a la sociedad francesa.
"Michel Biccard es un asocial, que se dedica a negocios algo turbios, tras un incidente en el que mata a un policía llega a París en un coche robado y con la intención de recuperar un dinero y huir a Roma. Tiene la intención de que le acompañe Patricia Franchini ,muchacha americana estudiante en La Sorbona, ella aspira a ser escritora pero mientras gana algún dinero como periodista y vendiendo por las calles de París el New York--Harold Tribune . La policia le va cercando y Patricia se ve acosada con la duda entre el amor que cree sentir y a la vez en el poco futuro de una relación tóxica".
"Al final de la escapada"es en definitiva una película vanguardista y experimental, facetas que su autor no abandonó el resto de su carrera, un cine que Godard fue radicalizando al mismo tiempo que él lo hacía politicamente, su cine cambió y se hizo militante, en su última etapa y prescindió de guión , de actores, un cine de imágenes y moviola , un cine solo para sus incondicionales.
Godard recorre París,que se convierte en la tercer protagonista, con una luminosa fotografía en blanco y negro, sin preocuparle que en muchos planos, los parisinos se vuelvan curiosos hacia los personajes, abundan los exteriores pero también son brillantes los interiores, una de las mejores secuencias transcurre el apartamento de Patricia, en un mínimo espacio donde los cuerpos se buscan, se encuentran, se separan, tropiezan, continuamente en movimiento y con los mejores diálogos de toda la película en los que queda patente la diferencia cultural entre los dos.
También destacan las interpretaciones, J.P. Belmondo borda su papel,es imposible no empatizar con el personaje a pesar de ser un cínico y un amoral que se sabe sin sitio en esta sociedad, un personaje que podría ser el Antoine Doinel de "Los 400 golpes" con unos años más, como él mira las carteleras de los cines y como él , en dos planos secuencias fascinantes, acaba corriendo, uno en busca de la playa y otro en busca de la muerte, ambos en busca de la libertad al final de la escapada.
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