Molly adivina que Leopold ha tenido una relación
sexual ese día. Sí. El lo ha hecho en algún sitio, estoy segura por ese apetito. De
todos modos no es amor, o si no no comería pensando en ella, así que o ha sido
con una de esas mujeres de por la noche o si no habrá sido cualquier putilla
con la que se ha enredado en algún sitio
o la ha pescado a escondidas.
Eso le da pie a recordar sus posibles infidelidades con otras mujeres.
Hacerse el interesante con esa vieja bruja de la sra.
Riordan que él se imaginaba que la tenía en el bote. Tendríamos en seguida en
el asunto una enfermera del hospital o a lo mejor una monja como la de la foto
indecente que tiene. Una vez o dos tuve sospechas al hacerle que se me acercara cuando le encontré el pelo largo en la chaqueta, sin contar la vez que entré en la cocina y él haciendo como que bebía agua. Todo fue culpa de él, claro, echando a perder a las criadas. y luego proponiendo que la dejáramos comer a nuestra mesa en Navidad. Insinuándome que yo saliera para quedarse solo con ella.
Molly se debate entre
justificar a su hombre,
todos los hombres se ponen
un poco así a su edad, él no podría pasarse sin eso tanto tiempo,
y pensar que todas le quieren conquistar
Cuando se torció un pie, la solterona Srta. Stack le llevó flores, cualquier cosa con tal de
meterse en la alcoba de un hombre. Las
mujeres siempre tratan de ir a parar a eso e insistir en ello cuando él está
allí. Sus ojos maliciosos, guiñando un poco, haciéndose el indiferente cuando
ellas salen con algo semejante
Y pretende
aparentar que no le importa lo que haga aunque está claro que no soporta que le
engañe:
No
es que me importe un pito con quien lo hace ni a quien había conocido antes,
aunque me gustaría averiguarlo. Con tal que no los tenga a los dos delante de
las narices todo el tiempo como aquella
sinvergüenza, la Mary, que tuvimos en Ontario Terrace poniéndose rellenos en el
trasero para excitarle. Ya está mal sentir el olor de esas mujeres pintadas.
Vi también que se le hinchaba la cara de rabia cuando la despedí. Yo
no le podía ni tocar de pensar que andaba con una asquerosa embustera
descarada, una sucia como esa, negándomelo en la cara.
Mary le conoce mejor que
nadie
Si
le conocieran tan bien como yo. Anteayer estaba garrapateando algo como una
carta cuando entre en la salita y él lo tapó con el secante, así que muy
probablemente eso era para alguna que se imagina que le ha conquistado.